28 diciembre 2010
Cartillas de Racionamiento
08 diciembre 2010
Juan Antonio López "La Manchega" Petacas y Carteras
A los 11 años dejó el Colegio de Don Roberto "El Ciego", porque sus padres lo necesitaban en el despacho y ayudando en los recados.
Era conocido como El Obispo de Las Petacas pues era de la Iglesia Evangélica.
La primera petaca la hicieron con el molde de una que deshicieron para hacerla de plantilla.
Sus primera herramientas fueron de un empleado de la Estación de Albacete que le llamaba "Lamparilla".
Hacían petacas y carteras una a una que se vendían muy bien con lo que prosperaron ampliando plantilla y cambiando de instalaciones.
Se empezaron a vender por toda España y el apelativo "de las petacas" era sinónimo de calidad.
Se trasladaron por entonces a la Calle Zapateros 31 junto a los patines de Don Periquito, junto al viejo instituto [eso dicen las crónicas que no se donde era tal instituto viejo]
Su siguiente traslado fue a la Calle Padre Romano, 31 junto a la yeseria de Saus.
En este local tenían abajo el aparataje donde se confeccionaban las petacas y carteras, y arriba se instaló la familia.
Contrataron a 25 chicas para ayudar en la manufactura y Josefa se convirtió en encargada de las mismas. Se amplia el negocio en billeteros, cinturones, monederos con cremalleras que fabrican los japoneses.
Otro traslado, el traslado a la Calle Concepción 3, lugar donde se encontraba el Salón Liceo.
La fábrica en las butacas del Liceo, y en el gallinero las oficinas de la empresa. Corría el año 1931.
Ya en la fábrica había 70 empleados y comenzó a denominarse "La Manchega" como marca comercial. Más conocida por Fábrica de Las Petacas que incluso daba nombre al barrio.
Abrieron una tienda en la parte baja del antiguo Liceo, donde empezaron a vender de cara al público con su propia tienda.
En el año 1936 estalló la Guerra Civil.
Tras la guerra en 1939 crearon de las primeras boutiques de Albacete "LYS". Cuyo acrónimo se ve claramente con los apellidos de los dos protagonistas. López Y Sevilla.
Fotografía de Luis Escobar en la fábrica de la Calle Concepción, nº 3 de Albacete año 1935.
Orquesta de la Capilla Evangélica dirigida por D. Juan Antonio López, tomada en la puerta de la Iglesia sita en la C/ De la Libertad (hoy Avda. de La Guardia Civil) a finales de los años 20.
Algunos de los instrumentos todavía los conserva la familia en perfecto estado.
En el año 1955 la producción iba aumentando más y más por lo que se volvieron a trasladar. Esta vez a la Calle Dionisio Guardiola 24 en un edificio mayor que el Concepción. Probablemente donde está ahora la oficinal principal de Correos.
La Manchega tuvo la exclusiva sobre “La Familia Telerín” de manera que de aquí salieron todas las carteras, bolsos, carpetas, estuches... con los famosos personajes.
En 1970 llega el plástico y empiezan a usar la soldadura electrónica y empiezan a mandar productos a toda Europa, Cánada y Oriente Próximo.
Se le conoció como “El Obispo de Las Petacas” por ser una pieza clave en el protestantismo de Albacete. O simplemente "Los de la Petaca"
En el año 1967 los empleados le solicitan la medalla al Merito al Trabajo. Se la impone el ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente el 5 de junio de 1972.
Una lástima que en esa época no se le reconociera también el mérito a Josefa, 100% merecedora de una distinción igual a la de su marido. Por suerte los tiempos van cambiando.
Falleció a los 96 años en 1982.
25 octubre 2010
El Desastre de Annual, Rif y Albaceteños Partícipes (Parte IV)
Cuartel español en ruinas en el Rif. / Joaquín Mayordomo
24 octubre 2010
El Desastre de Annual, Rif y Albaceteños Partícipes (Parte III)
El Desastre de Annual, Rif y Albaceteños Partícipes (Parte III)
Los albaceteños muertos en la Guerra de Annual eran de clase social baja, y muy humilde. No profesionales y simplemente pobres gentes de reemplazo en el ejército.
Los más pudientes pagaban su pequeño tributo para librarse de esta guerra y solo morían en aquellas tierras inhóspitas la gente con pocos recursos económicos que era la nota predominante.
Listado de albaceteños fallecidos reconocidos en Marruecos y que muchos de los cuales fueron enterrados en fosas comunes, sus familias nunca pudieron recuperar sus cuerpos...
Alatoz
Fernando Hernández Valiente
Albacete
Juan Candel López
Enrique Cano Campos
Antonio Cuenca Ramírez
Antonio González Córcoles
Amable Ibáñez del Valle
Pedro Martínez Martínez
Pedro Moreno González
Alejandro Navarro García
Miguel Pérez Jiménez
Pascual Pérez Ruiz
Ricardo Quintín Morcillo
José Ruiz Cuesta
Antonio Serrano
Albatana
Juan José Díaz Valdepérez
Alborea
Alcalá del Júcar
Federico Monedero Valero
Alcaraz
Juan Rubio Galera
Almansa
Saturnino Escribano Belmonte
F. García
Pedro Gómez Camarasa
Alpera
Alfonso Martínez
Francisco Ruano Castillo
Ayna
Barrax
Nicolás González Hernández
Bonete
Manuel García López
Graciano Megías García
Manuel Rubio Calero
Teodoro Jiménez Mora
Virgilio Villena Murcia
Chinchilla
El Ballestero
Emilio Oliver García
El Bonillo
Mariano Moreno Sánchez
El Salobral
Elche de la Sierra
Fuensanta
Fuenteálamo
La Roda
Letur
Madrigueras
Masegoso
Paterna de Madera
Peñascosa
Povedilla
Benjamín Martínez Ciria
Pozocañada
José Soto Orenes
Pozuelo
Robledo
Salobre
Socovos
Tarazona de la Mancha
Juan Martínez Moreno
Justo Navarro Picazo
Florencio Peral García
Antonio Picazo Pérez
Eusebio Serrano
Tobarra
Mariano Bleda Carretero
Benjamín López López
Rafael Rodríguez López
Villamalea
Juan Ruíz Morales
El Villar de Chinchilla
Villarrobledo
Bernardo Martínez Ortega
Enrique Morcillo Romero
Viveros
Francisco García Ruiz
José Marín González
Amable Molina Alarcón
Luis Ruiz Fernández
Gabriel Ruiz Sánchez
José Tauste Martínez
Albaceteños sin procedencia conocida
A. Martín
J. Sánchez
H. Teruelo
L. Torres
Enrique Cerro Aguilar
El Defensor de Albacete año 1922
Santiago Domínguez
28 agosto 2010
El Desastre de Annual, Rif y Albaceteños Partícipes (Parte II)
El Desastre de Annual, Rif y Albaceteños Partícipes (Parte II)
Hubo 424.008 prófugos entre el barranco del Lobo y Annual, aunque según el cronista cuenta que no siempre eran por miedo a la guerra, sino que muchos de ellos abandonaron el país en busca de una vida mejor. Aunque las cifras son bastante importantes.
En Albacete las cifran eran bajísimas de estos prófugos, ya que la media nacional era del 16,8% (años 1918-1920) y en Albacete solo era de 5,25%.
Solo Casa de Ves superó la media nacional con 17,66% aunque como el autor dice la cifra más destacada fue la de Hellín que de 575 alistados 95 fueron declarados prófugos un 16,52%.
Las localidades que más mozos dieron a la Guerra de Annual, fueron ...
(del año 1918 al 1920)
Albacete con 369 hombres, Hellín con 244, Villarrobledo con 187, y Almansa con 180. La que menos aportó fue Montalvos con 4 soldados en 3 años.
Cuando los mozos era movilizados se solían reunir todos mediante una Real Orden, en Albacete o Hellín, donde se publicaban los nombres y localidad de cada mozo. Siempre venían provocados por algunos incidentes y destrozos. Algo lógico seguramente.
José Alcaraz Valero, como casi todos jornalero y de Elche de la Sierra declarado inútil a principios del año 1921 se escapó del desastre de Annual ya que se encontraba destinado en esta posición, volvió a nacer de nuevo.
Los soldados Albaceteños que fueron destinados a Marruecos según cuenta Enrique Cerro fueron...
Año 1919, 434 soldados
Año 1920, 427 soldados
En el cuartel se les daba el uniforme de segunda mano y la ropa era muy escasa, los zapatos que se les daba era de paseo o bonito, y la mayor de las veces tenían que luchar y hacer grandes marchas con unas simples alpargatas... tanta pobreza y pocos medios había, que se daban un par de calzoncillos para cada ocho meses.
Los cuarteles donde eran destinados los soldados tenían camas realizadas con tablas de pino, con colchonetas llenas de paja. Sucios y con muy poca higiene, no era raro que se transmitiesen malaria, gripe, bronquitis y claro, enfermedades venéreas.
Un Vecino de Pozocañada fué hospitalizado siete veces, en poco más de un año,al final fué declarado por inútil por Parótidas.
Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que los soldados españoles estaban muy mal entrenados en la lucha y sobradamente enseñados en absurdas charlas doctrinales que en nada ayudaba a España y lo que es más importante a salvar sus vidas. De una manera digna. Las batallas como su nombre indica las realizaba sobre todo los Regulares y la Policía Indígena que estaban más que adaptados para este ambiente.
Muchos hombres guardaban un cartucho o suplicaban que fueran sacrificados por sus compañeros antes que caer en manos rifeñas, eran más que conocidas las torturas y barbaridades que hacían con los prisioneros y era mejor morir luchando que rendirse.
Casi todos los Albaceteños muertos fueron enterrados en fosas comunes al norte de Marruecos y nunca pudieron sus familiares conseguir sus cuerpos
Fuente...Enrique Cerro Aguilar