Taberna del Churrero interior, antiguo emplazamiento. Foto Saiz
Se encontraba ubicada en la esquina entre la Calle Isabel la Católica y Padre Romano.
Esta taberna fue fundada en el año 1935 Juan Francisco Navarro, justo en vísperas de iniciarse la Guerra Civil Española. Estaba en una casa antigua que tenía más de 150 años de edad.
Luego se trasladaron a la calle Padre Romano.
Taberna del Churrero interior, antiguo emplazamiento. Foto Saiz
El Bodegón Manchego
El bodegón manchego foto de Saiz
Se encontraba en la Calle Albarderos cerca de la Calle Baños, en una casa muy antigua de 3 plantas.
Se fundó en el año 1961 que aunque no tiene la solera de los otros locales era un punto obligado para gente que vivía por aquella zona.
Estaba regentado por dos socios José Moreno y Francisco Galdón.
En el año 1977 se comía por 200 pesetas lo que hoy son 1,20 €.
Se tomaba una jarra de cerveza y una docena de calamares por un precio de 120 pesetas, lo que hoy en el 2010 son 0,72 €.
El gazpacho manchego era su plato predilecto.
Casa Maqueda
Casa Maqueda después Maracaibo. Foto Saiz
Antiguamente, había un paseo obligado en Albacete que se hacía hacia El Palo, a mitad de este camino se encontraba la Casa Maqueda.
En el Palo había una pequeña represa donde la gente se bañaba de no más de 5 metros de anchura, y dos metros de profundidad, con aguas muy frías.
Maqueda fue el fundador de este merendero del Palo. Según cuenta de su propia boca nació en San Roque (Cádiz) en el año 1891, su padre murió en una riada el Valencia en el año 1897 era sargento de la Guardia Civil, iba a caballo y la riada se lo llevó, agravó y murió de pulmonía.
Se fueron para Albacete después de la muerte de su padre, ya que su madre era de Almansa. Vivieron en una casa en la Calle del Cid. Eran 3 hermanos, su madre se dedicó a repartir pan, y Maqueda la ayudaba en ese que hacer.
Luego se marchó a estudiar para hacerse Guardia Civil en el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil, en Valdemoro.
Tuvo un accidente que lo dejó fuera del cuerpo. Se rompió un brazo que no soldó bien. Regresó a Albacete y se puso a trabajar.
Después estuvo empleado de cuchillero y vigilante nocturno. Montó una taberna en la esquila de la calle Blasco Ibáñez con la de Pedro Martínez Gutiérrez (antes de la Guerra Civil). Consiguió mucha clientela y sin tan siquiera un letrero en la taberna la gente de la zona sabía dónde se encontraba Maqueda.
Cuenta Maqueda que cuando terminó la guerra lo encarcelaron, comentaba Maqueda que era apolítico, y no sabe por qué fue encarcelado, estuvo durante 2 años. Por sus antecedentes de la Cárcel ya no le dejaron abrir taberna alguna y se fue a la carretera de Barrax al km.1. Por la zona también se dedicó a hacer cangrejeras y redes para cazar pájaros, muy populares en la época por la hambruna que había.
Todo ello antes de montar la taberna antes citada, vendía los pájaros a 3 pesetas la docena, consiguiendo más de 3000 pesetas según contaba (bastante dinero para la época).
Las tapas eran muy modestas y triunfaron los caracoles de aquella zona, que la mujer de Maqueda los hacía muy exquisitos. Se recogían allí y aquí normalmente en las zonas más húmedas del río, y bordeando los huertos de la zona. Las habas también eran un punto fuerte en su taberna.
Comenta Maqueda orgulloso que fue quien le dio vida a ese paraje que era muy visitado por todos, incluso los toreros se iban a entrenar a aquella zona. Pepe Osuna (José Morcillo Osuna) fue uno de esos toreros que cuando no era famoso al descansar de sus entrenamientos venía a tomar algo asiduamente a esta taberna.
Después estuvo empleado de cuchillero y vigilante nocturno. Montó una taberna en la esquila de la calle Blasco Ibáñez con la de Pedro Martínez Gutiérrez (antes de la Guerra Civil). Consiguió mucha clientela y sin tan siquiera un letrero en la taberna la gente de la zona sabía dónde se encontraba Maqueda.
Cuenta Maqueda que cuando terminó la guerra lo encarcelaron, comentaba Maqueda que era apolítico, y no sabe por qué fue encarcelado, estuvo durante 2 años. Por sus antecedentes de la Cárcel ya no le dejaron abrir taberna alguna y se fue a la carretera de Barrax al km.1. Por la zona también se dedicó a hacer cangrejeras y redes para cazar pájaros, muy populares en la época por la hambruna que había.
Todo ello antes de montar la taberna antes citada, vendía los pájaros a 3 pesetas la docena, consiguiendo más de 3000 pesetas según contaba (bastante dinero para la época).
Las tapas eran muy modestas y triunfaron los caracoles de aquella zona, que la mujer de Maqueda los hacía muy exquisitos. Se recogían allí y aquí normalmente en las zonas más húmedas del río, y bordeando los huertos de la zona. Las habas también eran un punto fuerte en su taberna.
Comenta Maqueda orgulloso que fue quien le dio vida a ese paraje que era muy visitado por todos, incluso los toreros se iban a entrenar a aquella zona. Pepe Osuna (José Morcillo Osuna) fue uno de esos toreros que cuando no era famoso al descansar de sus entrenamientos venía a tomar algo asiduamente a esta taberna.
Bar El Tocino
Se encontraba en el centro de la calle de las Huertas.
Atilano García Sánchez quiso montar aquí una panadería, pero al no poder obtener los permisos pertinentes, se convirtió en un bar, Manolo (su hijo) es el que aparece en las fotografías. La apertura de este negoció fue inaugurado sobre el 1944 que es de cuándo se vinieron del Campillo de la Virgen.
Bar el Tocino en la fotografía mujer de Manolo
Bar el Tocino en la Calle Huertas, dueño sirviendo las mesas. Foto Saiz
Bar el Tocino. Foto Saiz. Pareja Propietaria
Bar Manolo
Calle Nueva a la derecha las escuelas, al fondo Placeta y el callejón de San José.
El bar Manolo estaba a la derecha. Fotografía de Santiago Vico
Bar Manolo en la Placeta de San José. Foto Saiz
El bar Manolo estaba ubicado en la Placeta de San José, detrás de esta centenaria casona están los corrales (como era típico de la ciudad), de la famosa casa palacio de Margarita Ruiz de Lihory, caso que revolucionó a toda España en su día, y que una gentil entrada hice de esta marquesa.
En esta casona de la Plaza de San José encontró su negocio Manuel Díaz García, considerado uno de los taberneros más antiguos de Albacete.
El local contaba con más de 80 tapas, como siempre hechas con mucha imaginación y pocos recursos.
Francisco Gutiérrez Alarcón comenta que en sus bodegas eran muy frecuentes las inundaciones hasta que se hizo el Canal de María Cristina.
La familia de Manolo emigro desde Ayna a Francia y Manolo se crio en París, fue un auténtico testigo de la Belle Epoque. Volvió a Albacete con 14 años sin saber nada de español.
Trabajaba con carteles para poder entenderse en su trabajo como camarero de otras tascas de la zona de Albacete.
Fundó su primera taberna con sus ahorros, en el principio de la Calle Albarderos, Albarderos, junto a la Posada Caracol. Estuvo en esta posada hasta el año 1942.
Fundó su primera taberna con sus ahorros, en el principio de la Calle Albarderos, Albarderos, junto a la Posada Caracol. Estuvo en esta posada hasta el año 1942.
En esta posada recuerda el trasiego de los Brigadistas Internacionales que se encontraban en Albacete, hasta un cierto punto esto trajo riqueza a Albacete, sobre todo en las tabernas y lugares de hospedaje.
Cuenta Manolo cómo recuerda un brigadista que se pegó un tiro en un pie y cómo su primo le rompió un sifón en la cabeza a un soldado norteamericano que provocó una pelea en el local.
Comenta que lo que más se consumía era Vermut a granel. Un chato de vino costaba 5 céntimos y lo más caro era la cerveza que costaba unos 90 céntimos.
Bar López
Bar López enfrente de la posada de la Feria. Foto Saiz.
Estaba ubicado entre la Calle de la Feria y la Calle de los Baños, José y Consuelo que fueron sus últimos propietarios pagaron en su día un traspaso a Paco Miranda por esta modesta taberna.
La taberna empezó a funcionar a cargo de José López Vázquez y Consuelo en el año 1936 en los difíciles y tensos tiempos del comienzo de la Guerra Civil Española.
Consuelo comenta que les cerraron el negocio por falta de higiene y hasta que no terminó la guerra no les dejaron abrir el local de nuevo.
Ya empezaron en serio con la nueva apertura del local, se hicieron especialistas en las cabezas asadas de cordero.
Fue muy pujante en su época debido a la cercanía de la Posada de la Feria, comentaba Consuelo que un día de Feria llegaron a despachar 200 cabezas de cordero.
Merendero de la Rana que estaba enfrente de los Jardinillos de la Feria. Foto G. Gutierrez.
Casa Juan en la placeta de San José. Foto G. Gutiérrez
El Gordo
Estaba ubicado en el antiguo Alto de la Villa de Albacete, se tuvo que cambiar de ubicación aquí a la calle Virgen de las Maravillas número 7.
Porque como todos sabemos sobre el año 1977 las excavadoras acabaron con el Alto de la Villa y se hizo el actual Villacerrada.
Estaba ubicada en la Calle de la Luna para más exactitud.
El gordo, las grandes tinajas que estuvieron en la Calle Luna ahora se encuentran en el nuevo lugar de Albacete. Foto Saiz
Bar el Gordo interior en su nuevo local.
Sus propietarios llegaron a la calle Luna en el año 1947, uno de ellos era Crescencio Marcos a la edad de 27 años, cuenta Crescencio que tuvo mucho movimiento y clientela, y aunque como la gente de antaño sabe, aquella zona era el barrio de los prostíbulos de Albacete, su negocio nada tenía que ver con aquello.
El nombre de la taberna le viene no porque Crescencio esté gordo, sino porque a su padre y a su tío le llamaban LOS GORDOS DE AYNA
Fuentes
Francisco Gutiérrez Alarcón
Foto Saiz
Amador Rodríguez
Santiago Vico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus Comentarios son importantes...Si no tiens Id de bloger puedes escoger NOMBRE/URL, escribes tu nombre y dejas en blanco la url, queda mejor un nombre, que un anónimo...¡¡¡anímate a comentar!!!