Grupo Escolar de Saturnino López Villanueva
Entre 1860 y 1900, Albacete era una de las provincias con mayor índice porcentual de analfabetos
Antecedentes
La labor de la enseñanza (en mejor o peor medida) la estaban impartiendo los jesuitas en Albacete, en un local junto a la iglesia de la Purísima. En 1767 fueron expulsados los jesuitas de la monarquía española, por lo que se quedó huérfana la actividad de los jesuitas y hubo una gran demanda de educación, entre varios motivos la expulsión fue una de ellas.
Iglesia de la Purísima en Albacete
Se hace constar en el archivo histórico de la ciudad, un acuerdo que el Ayuntamiento de la villa de Albacete, tuvo a bien convocar plazas y oposiciones a maestros en Albacete. Por ello tras cubrir estas plazas de maestros, se tendrían varios locales de enseñanza. Uno cerca de la iglesia de San Juan (actual catedral de Albacete) y la otra escuela en la plaza de las Carretas.
Dos años después, es decir, en 1769, el Ayuntamiento recibe autorización del Consejo de Castilla para la creación de escuelas de Latinidad y Retórica en las citadas instalaciones que dejaron libres los jesuitas tras su expulsión de España.
De 1776 data un escrito de la Junta de Propios y Arbitrios de la villa de Albacete autorizando el pago de la nómina del maestro Juan Antonio Rodríguez Morilla por importe de doscientos ducados de los fondos de propios.
Se comenta en los círculos más pudientes de la ciudad, que estos maestros no estaban a la altura. Había mucha falta de asistencia, por lo que el 1 de febrero 1786 presentan un escrito solicitando al Ayuntamiento la autorización para que se instale en la villa los padres Escolapios. Los Escolapios tenían muy buena fama de educadores y como no esto fue promovido por las clases más pudientes de Albacete.
En el último tercio del siglo XIX, en Albacete existían los siguientes centros:
públicos
- 2 superiores con 247 alumnos.
- 9 elementales con 548 alumnos.
- 1 de párvulos con 141 alumnos.
- 3 de adultos con 103 alumnos.
privados
- 1 superior con 24 alumnos.
- 6 elementales con 164 alumnos.
Las "modernas" escuelas nada tenían que ver con las escuelas antiguas, que no tenían condiciones algunas de salubridad, niños hacinados, que solían ser viviendas particulares normalmente. Eran sucias muy húmedas, cuadradas, ventanas pequeñas o sin ellas, sin servicios. Pequeñas estufas de leña (con suerte) y sin patios de recreo como hoy en día.
Grupo escolar de D. Saturnino López Villanueva.
Interior del grupo escolar de Saturnino López
Alberto Mateos
Elia Gutiérrez Mozo
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